Tus colillas de cigarro pá la calle...

Hace poco alguien me dijo que el humo del cigarro es y siempre ha sido molesto, pero que despues de interactuar con fumadores tanto tiempo esa persona se ha acostumbrado a vivir con ese molesto humo.
Sabemos que hay fumadores que agarran la onda pero hay otros que no son accesibles, ni todos los fumadores sabemos distinguir nuestro derecho a jodernos los pulmones y me refiero a que es fastidioso que alguien te eche el puto humo a la cara. En fin, una buena amiga y super-mega-ultra-fumadora me platico ayer algo que me dio mucho coraje por lo que le sucedio...
Me dijo que antier, al terminar de comer en una taqueria cerca de la condesa, se preparaba para prender ese tan glorioso cigarrillo que no cae nada mal despues de unos buenos tacos de suaperro, pero un hombre le advirtio que no se podia fumar. Lo raro es que no estaba dentro del restaurant sino en las mesas que ponen los putos restauranteros sobre la banqueta, territorio que como sabemos hasta hace una puta semana era para los fumadores y no fumadores. Afortunadamente, cruzar la raya que divide la propiedad del restaurante y la via publica te permite prender ese tan anhelado cigarro, y lo unico que tuvo que hacer mi amiga fue bajarse y no los chones, sino de la banqueta para dejar de ser un criminal.
Como ven jijos mios... Tá cabron...